No hay duda alguna: las galletas con chispas de chocolate son las favoritas de todo el mundo. ¿Cómo no amarlas? Siempre caen bien: con un vaso de leche bien fría o con una taza de café bien cargada. Como postre, merienda o snack; crujientes por fuera y suaves por dentro; que el chocolate siga parcialmente derretido apenas das una mordida y, ¿qué mejor forma de lograrlo que preparando tus propias galletas de chispas de chocolate en casa?
Pero aquí tenemos una situación. Si tú –como nosotros–has probado cientos de miles de recetas para hacer galletas con chispas de chocolate, seguro sabrás que muchas veces las cosas salen como lo esperamos. Son esas recetas que encontramos en internet y que prometen ser las mejores y definitivas, pero ninguna llega a cumplir nuestras –un poco exigentes– expectativas.
Por si te interesa, por acá te compartimos la receta de galletas con Chispas de Chocolate de Donna Kelce, la suegra de Taylor Swift
O quedan muy crujientes, o muy secas, o muy blandas y no terminan de tener esa consistencia que nos encanta. Lamentamos decirles que hemos descubierto que encontrar la ‘mejor receta’ para preparar galletas con chispas de chocolate no es un camino tan fácil y tan rápido como uno lo quisiera.
Dentro de este camino, hemos encontrado algunos tips para asegurarnos de que las galletas que queden con la consistencia que estamos esperando.
Tips para preparar galletas de chocolate
Antes de compartir la receta, vamos a hacer un recuento de estos tips para que las chispas de chocolate queden de maravilla.
El primer y más importante paso para hacer las mejores galletas de chispas de chocolate es utilizar ingredientes de alta calidad y frescos. Desde la harina hasta las chispas de chocolate, ya que marcaran el sabor de las galletas. Opta por chispas de chocolate semidulce o chocolate en trozos.
La temperatura de la mantequilla es crucial en la preparación de galletas. La mantequilla debe estar a temperatura ambiente, no derretida ni demasiado fría. Así se mezclará mejor con el azúcar y creará una textura suave y uniforme en la masa.
Cuando mezcles la masa, evita sobrebatir. Sólo se debe de batir hasta que los ingredientes se combinen. Batir en exceso puede resultar en galletas más duras y menos tiernas.
Después de hacer la masa, es una buena idea dejarla reposar en el refrigerador durante al menos una hora, o incluso durante la noche. Esto permite que los sabores se desarrollen y que la masa se enfríe, lo que ayudará a que las galletas mantengan su forma durante la cocción.
Para asegurarte de que todas tus galletas se cocinen de manera uniforme, utiliza una cuchara para helado o una cuchara de medir para formar porciones de masa del mismo tamaño. Colócalas en la bandeja para hornear con suficiente espacio entre ellas para que puedan expandirse durante la cocción.
No coloques demasiadas galletas en una sola bandeja para hornear. Asegúrate de que haya suficiente espacio para que las galletas se expandan mientras se cocinan. Esto evita que se peguen entre sí y se cocinen de manera desigual.
El tiempo de cocción es crucial. Las galletas de chispas de chocolate suelen estar listas cuando los bordes están dorados pero el centro todavía está un poco suave. Ten en cuenta que las galletas continuarán cocinándose ligeramente después de sacarlas del horno debido al calor residual que queda en la bandeja.
Después de hornear, deja que las galletas se enfríen durante unos minutos en la bandeja antes de transferirlas a una rejilla para enfriar por completo. Esto ayuda a que las galletas se mantengan firmes y evita que se rompan.
Para mantener tus galletas frescas y deliciosas, guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Puedes agregar una rodaja de pan en el recipiente para ayudar a mantener la humedad y evitar que las galletas se endurezcan.
Cómo hacer galletas de chocolate: la receta secreta
Según nuestro criterio (super subjetivo, pero con el que estoy segura que podrán concordar) la mejor galleta de chispas de chocolate tiene que cumplir con ciertas características específicas: son esponjaditas –pero no tanto como un pastel–, son doradas por fuera y suaves por dentro y tienen el balance perfecto entre el sabor dulce y la sal. Con esta receta, nos aseguramos de que quedarán así.
Sin embargo, debo de mencionar que esta receta debe de prepararse con tiempo, pues se tiene que refrigerar la masa por al menos 24 horas antes de hornear las galletas. Pero a pesar de la espera, puedo asegurarles que vale la pena hacerlas. Así que: ¡manos a la obra!
Ingredientes
240 g de Harina para repostería
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharadita de polvo para hornear
150 g de mantequilla sin sal
150 g de azúcar morena
100 g de azúcar
1 huevo
1 cucharadita de extracto de vainilla
200 g de chispas de chocolate o trozos de una barra de chocolate
Procedimiento:
Con ayuda de un colador, tamizamos la harina, el bicarbonato, polvo para hornear y la sal sobre un bowl mediano. Reservamos.
En otro tazón colocamos la mantequilla a temperatura ambiente, le servimos los azúcares y acremamos con ayuda de una pala hasta que quede esponjosa y de un color muy claro. También puedes hacerlo con la batidora. Una vez que estén bien incorporados, agrega el huevo y la esencia de vainilla. Mezclamos bien.
Ahora agregamos los ingredientes secos y mezclamos hasta que se incorporen bien. Añadimos las chispas de chocolate y las incorporamos suavemente.
Guardamos el tazón en una bolsa de plástico, la cerramos bien y la refrigeramos de 24 a 48 horas. Cuida no refrigerarla más de tres días.
Cuando estés listo para hornear las galletas, precalentamos el horno a 180°C. Engrasamos una charola o la cubrimos con papel encerado. Con ayuda de una cuchara normal o con una scoop (para servir helado) tomamos pequeñas porciones de galleta y servimos sobre la charola en bolitas medianas, como del tamaño de una pelota de ping-pong y completamente redondas. Recuerda dejar al menos 7 centímetros de distancia entre cada bolita para evitar que se peguen.
Si lo deseas, espolvorea con un poco de sal de mar gruesa antes de meterlas al horno.
Hornea por 10-11 minutos, hasta que empiecen a agarrar un color doradito en la superficie, pero sigan suaves. Cuida mucho el tiempo de horneado porque si las dejas más tiempo quedarán crujientes, un poco duras y cafés.
Retira del horno y deja enfriar las galletas por 3-4 minutos en la charola y, con cuidado, pásalas a una rejilla para que se terminen de enfriar.
Disfrútalas con un vaso de leche fría. ¡Provecho!
Ahora que ya sabes cómo preparar esta receta de Galletas de chispas de chocolate estás listo para sorprender a tu familia o presumir con tus amigos del trabajo. ¡Buen provecho!
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