El sabor y la satisfacción que nos regala cualquier alimento frito, es único. Los churros, las quesadillas, los buñuelos… y sobretodo el famosísimo pan frito llamado sopaipilla. El manjar frito que con el tiempo ha viajado desde el continente europeo hasta el continente americano.
Aquí te contamos la historia, te decimos de qué está hecha esta delicia y cómo prepararlo desde tu casa, si, así es, ¡desde tu casa!
En la gastronomía latinoamericana, se le llama sopaipilla, básicamente un término que viene desde Chile, un postre o platillo elaborado con masa de harina de trigo, levadura, sal y agua que se fríe hasta obtener un color doradito y se puede comer tanto dulce como salada.
En Chile, son tradicionalmente preparadas y consumidas en temporada de invierno, por el frío y las lluvias, se venden en las calles de las ciudades chilenas a un bajo precio. Y es que nada mejor que pasar esos fríos con una deliciosa sopaipilla calientita.
Pero, como buenos mexicanos, podemos ver que se parecen mucho a los tradicionales buñuelos, no?
¿Cuáles son las diferencias con el buñuelo?
Aunque tienen similitud en cuanto a la fritura y la presentación. La elaboración entre las sopaipillas y los buñuelos suele tener algunas diferencias en los ingredientes con los que está hecho cada uno. Las sopaipillas se elaboran de harina de trigo, levadura, sal y agua mientras que los buñuelos se elaboran de harina de trigo o maíz, huevo, azúcar, leche y en ocasiones se les añade algún licor para acompañar.
Las sopaipillas suelen tener una consistencia más esponjosa y ligera mientras que el buñuelo es tiene una textura más densa y crujiente.
También es posible elaborar sopaipillas con papas, zanahoria, camote u otro tipo de verduras.
El origen de este manjar frito
Se dice que el origen de estos panes fritos viene de la región española de Andalucía, las sopaipas son típicas en muchas celebraciones y fiestas populares.
Sin embargo han viajando hasta el continente americano, desde Latinoamérica hasta México. Este manjar frito lo podemos encontrar en las calles y/o restaurantes tanto de Chile, Argentina, Bolivia, México y hasta suroeste de los Estados Unidos.
Aquí te decimos cómo prepararlos en casa
Tiempo de preparación:
4 porciones
Ingredientes
1 cdita de polvo para hornear
1/4 de cdita de sal
2 tzs de harina de trigo
2 cdas de manteca vegetal
3/4 de tz de agua caliente
4 cdas de miel o jarabe de piloncillo
1 cda de canela en polvo
2 tzs de aceite para freír
Preparación
Mezcla la manteca, la sal, el polvo para hornear y la harina. Agrega poco a poco el agua caliente y mezcla todos los ingredientes hasta tener una masa suave.
Coloca la masa en un recipiente y deja reposar por 20 minutos, para ello tendrás que tapar y esperar.
Amasa un poco y aplana la bola. Corta en 4 bolas de masa y de esas bolas crea bolitas de masa más pequeñas.
Aplana y forma una tortilla que vas a cortar en pequeños triángulos o círculos pequeños.
Calienta el aceite en una olla a fuego medio alto y vas a colocar los triángulos o círculos dentro del aceite hasta que se doren por ambos lados.
Saca cada uno del aceite y deja escurrir en una servilleta. Espolvorea azúcar o canela en polvo y añadirle miel o jarabe de piloncillo.
Disfruta este delicioso manjar con un café caliente o bebida favorita.
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